Por Héctor Alejandro Hernández Lizarralde
Director de las revistas digitales Vivir Triunfando, Apuesta a Pymes, Premio Nacional Incluye 2013
Estimados lectores.
Antes que nada les deseo un muy Feliz Año 2022, rodeado de salud y prosperidad.
El mundo sigue luchando contra la pandemia del Covid 19, si bien es cierto que el surgimiento y avance de la vacunación a nivel mundial nos permite tener esperanzas, por desgracia seguimos registrando cifras tanto de personas fallecidas como de contagios.
Recientemente han surgido nuevas variantes del virus que nos obliga a demostrar que como sociedad que hemos aprendido y actuar con responsabilidad ante los retos venideros.
Ante el actual panorama, me permito ofrecerles este artículo de opinión, en la cual hablaremos de discriminación en tiempos de pandemia, un hecho siempre latente en nuestra sociedad.
Como preámbulo, recordemos que México fue impulsor de la Convención Internacional de los Derechos de las Personas con Discapacidad, acervo máximo a nivel mundial en cuanto a protección de garantías individuales para dicho colectivo.
En este documento encontramos artículos muy importantes, algunos de ellos se refieren por ejemplo al derecho a la salud, la accesibilidad, así como a la protección de las personas con discapacidad ante casos de emergencias y desastres naturales.
Considero que la primer forma en que estaríamos discriminando a una persona con discapacidad - fuera o dentro del entorno de la pandemia- es el hecho de no utilizar términos adecuados para referirnos al colectivo.
Recordando estos conceptos, el término correcto es: "Persona con discapacidad", y partiendo de ahí podemos anexar el tipo de discapacidad que tenga la persona en cuestión.
Ejemplo: "Pedro tiene discapacidad motriz".
Algunos términos incorrectos son los siguientes: "Inválido", "Retrasado" o cualquier otro que falte al respeto o dañe la dignidad de la persona.
El tema de la terminología correcta es igualmente importante para otros colectivos, como la diversidad sexual, migrantes, personas de origen indígena y adultos mayores.
¡Hablemos de accesibilidad!
La accesibilidad a la información es un derecho y juega un papel muy importante para evitar la discriminación.
Dentro o fuera de pandemia debemos utilizar formatos accesibles de comunicación, para poder llegar así a todas las personas, sin importar la discapacidad que se pudiera presentar.
Ejemplo de ello es el uso del sistema Braille, intérprete de lengua de señas, audios, subtítulos, formatos de lectura fácil, entre otros.
Hablando de arquitectura, la accesibilidad es un derecho y debe ser siempre un valor predominante, debemos apelar a construcciones incluyentes, espacios pensados para todos.
En el entorno de la pandemia, por tan solo citar un ejemplo, los módulos de vacunación deben contar con rampas, pasamanos, sanitarios adaptados, apoyo de sillas de ruedas pensando en la gente con movilidad reducida, voluntarios que auxilien a personas con discapacidad visual o guías podotáctiles, sin dejar de contemplar la presencia de intérpretes de lengua de señas que auxilien a las personas con discapacidad auditiva.
Diversos escenarios donde podemos encontrar circunstancias de discriminación.
1- No discriminar a quien tuvo coronavirus o sus variantes
2- Ante la vacunación, no discriminar a nadie por su sexo, preferencia sexual, edad, ideología política, discapacidad, religión o posición socio económica.
3 No estigmatizar a personas originarias de países donde surgió el covid o donde se ha vivido la pandemia con mayor intensidad.
Un caso muy interesante es el de las leyes migratorias.
Entiendo cada país tiene derecho a tomar precauciones y emitir recomendaciones, sin embargo, creo que una línea se rebasa cuando se daña la dignidad de una persona, surgen tratos irrespetuosos, discriminatorios y humillantes.
Los médicos y personal sanitario han jugado un papel heroico ante la pandemia alrededor del mundo. Será discriminatorio rechazar el trato o cercanía con profesionales de la salud por creer en automático que son portadores del virus.
Pensando en el entorno educativo, la modalidad a distancia a jugado un papel muy importante, siempre debemos de pensar en mecanismos o medidas que permitan a todos los alumnos acceder al conocimiento, hay que recordar que no todos cuentan con la posibilidad de tener algún dispositivo tecnológico.
En el escenario de las clases presenciales, de igual forma, no podemos discriminar a las personas que en algún momento dado tuvieron covid.
El hecho de contemplar diferentes lenguas indígenas es muy importante, en el caso de México por ejemplo, se cuenta con una riqueza linguística muy grande.
Utilizar estas lenguas en canales de comunicación es muy importante para poder llegar así a toda nuestra población.
Pensando en la vida cotidiana, la tecnología ha jugado un papel muy importante a lo largo de la pandemia, muchos de nosotros hemos utilizado aplicaciones para pedir comida a domicilio, un taxi, o bien, por seguir otro ejemplo, cafeterías y restaurantes ofrecen sus menús por medio de la modalidad QR.
Es muy importante asegurarnos que todos estos dispositivos cuenten con modalidades de accesibilidad que permitan su respectivo uso a personas con diversas discapacidades, para que de tal forma no se encuentren barreras y todos puedan utilizar estos mecanismos.
En el entorno laboral, de igual forma, debemos evitar casos de discriminación.
Por ejemplo, no será válido discriminar a los compañeros que en algún momento dado tuvieron covid, aislarlos podría significar un eventual rechazo.
Como empresarios, directivos, jefes o patrones, no será valido ejercer ningún tipo de presión al trabajador, por ello me refiero a el hecho de buscar imponer nuestras ideas o formas de pensar respecto a la pandemia.
Por ejemplo: "Si yo que soy tu jefe no creo en la vacunación o en el impacto de las variantes, no obligare ni presionaré a mis empleados o subalternos a actuar de la forma en que mis propias creencias me dictan".
Como conclusión a este espacio de reflexión quisiera poner sobre la mesa que la presencia de la variante Omicron representa un nuevo reto al mundo entero, no podemos como sociedad cometer los mismos errores del pasado, debemos demostrar que hemos aprendido, no debemos minorizar este nuevo capítulo.
Las palabras de un líder político, científico, religioso, empresarial o académico tienen potencialmente un impacto muy grande, de tal forma que debemos actuar siempre con ética, profesionalismo y responsabilidad al momento de comunicar.
La pandemia ha traído muchas pérdidas, tanto humanas como económicas, sin embargo, nos ofrece la oportunidad de ser mejores como sociedad, más empáticos, solidarios, respetuosos de la diversidad e incluyentes.
¡Por un México y un mundo más apegado al valor de la inclusión!
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